martes, 28 de julio de 2015

Chávez levantó la bandera latinoamericana contra la hegemonía imperial





El proceso de integración de América Latina como un bloque unido, administrador soberano de sus riquezas y defensor de sus pueblos, para hacer frente de manera equilibrada a otros grandes polos de poder en el planeta, es una manera puntual de expresar la fundamental contribución que legó el comandante Hugo Chávez a la construcción del mundo multipolar y multicéntrico, alternativa cada vez más necesaria para romper con la hegemonía imperialista opresora de la humanidad.
Desde el inicio de su mandato, Chávez abogó por la construcción de un mundo multipolar; y así lo plasmó en sus planes de gobierno. En el Plan de Desarrollo Económico y Social de la Nación 2001-2007 señala que “la política internacional (venezolana) está dirigida a estimular la gestación de un mundo multipolar, diversificando las modalidades de relacionamiento”.

“La integración de América Latina y el Caribe nos va a permitir sumarnos con éxito, no a la globalización, sino al mundo pluripolar”, reflexionó el comandante Chávez antes de finalizar el programa Aló, Presidente número 298, transmitido el 14 de octubre de 2007.

“Sólo la unión nos hará fuertes, es un problema de fuerza, de poder de conocimiento, poder económico, poder político, poder militar también, poder científico-tecnológico, y además para salvar al mundo, para encausar al mundo en una nueva dirección, a ser un mundo nuevo y posible”, dijo aquel entonces cuando crecía la Alianza Bolivariana Para los Pueblos de Nuestra América (Alba), a la que se sumarían luego la conformación de otros importantes bloques como la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y finalmente la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), reuniendo este último organismo a los 33 países del continente, que ahora unidos hacen frente a las potencias norteñas: Estados Unidos y Canadá.

Tras años de batallas por la unidad, este proceso de integración se fortalece además con el ingreso deVenezuela al Mercado Común del Sur (Mercosur) y la creación de la alianza energética de PetroCaribe.

América Latina y el Caribe es un polo económico y político con más de 20 millones de kilómetros cuadrados, en el que habitan más de 600 millones de personas; su Producto Interno Bruto (PIB) se estima en 6 billones de dólares y es la región con las mayores reservas de petróleo y agua dulce del planeta, entre otras importantes riquezas naturales.

Ante esta realidad y con visión estratégica, Chávez planteó en el Proyecto Nacional Simón Bolívar–Primer Plan Socialista 2007-2013 la necesidad de una nueva geopolítica internacional, “de conducción multipolar de la política mundial, que se aplica mediante la diversificación de las relaciones políticas, económicas y culturales, para la creación de nuevos bloques de poder atendiendo las particularidades, de acuerdo al establecimiento de áreas de interés geoestratégicas”.

Luego en el Plan de la Patria 2013-2019, el líder bolivariano enfatiza la necesidad de elevar el acercamiento entre el Alba, Unasur, Celac y el Brics (bloque integrado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), con el fin de dar mayor contundencia a la voz de los pueblos del sur en la agenda global.

El cuarto objetivo histórico de este plan establece la contribución “al desarrollo de una nueva geopolítica internacional en la cual tome cuerpo el mundo multicéntrico y pluripolar que permita lograr el equilibrio del universo y garantizar la paz en el planeta”, evocando una vez más así el ideario del Libertador Simón Bolívar.

Por su incesante lucha y significativo aporte a la unidad de los pueblos, este 28 de julio, a 61 años de su nacimiento, en diversas ciudades y poblados del mundo se escuchará la consigna “¡Chávez Vive!.

En el dia del teu aniversari et recordem com un pare, un mestre, un amic, sempre amb nosaltres.


Eternamente Gigante, Chávez cumple hoy 61 años.


¡Feliz, feliz Cumpleaños, mi Comandante Arañero! Desde Barcelona, Catalunya, la Brigada Vallesana  Simón Bolívar decimos ahora y siempre: Comandante Chávez Presente!

domingo, 26 de julio de 2015

Cuba celebra el 61 aniversario del asalto al Cuartel Moncada


Lo que celebramos cada 26 de julio.

Por Gerardo Hernández

Gerardo Hernández Foto: Ladyrene Pérez/ Archivo de Cubadebate.

Gerardo Hernández Foto: Ladyrene Pérez/ Archivo de Cubadebate.
Para Gerardo Hernández la paz tiene un significado vital. Sólo quien ha tenido que prescindir de la luz natural y de la emoción al contacto con lo querido, por arriesgarse a defender la vida al punto de comprometer la suya propia, reconoce el valor de la tranquilidad ciudadana. Este domingo, Gerardo vivirá por segunda vez una primera vez. Después de más 16 años de condena, vuelve a celebrar un 26 de julio junto a los suyos. Pero los recuerdos quedan intactos en la memoria como un álbum de fotos cronológico. No se puede borrar lo vivido.
Sobre simbolismo personal con que Los Cinco celebraban desde la distancia física las fechas patrias de Cuba y de cómo aún en la cárcel los residentes en Estados Unidos no escapan a la manipulación mediática que sufre Cuba en fechas históricas para la Revolución como el 26 de julio y sobre sus motivos para defender sus ideas, conversa con Cubadebate a nombre de Los Cinco, Gerardo Hernández. 

“Además del castigo normal, que significaba la prisión, teníamos determinados castigos adicionales y uno de ellos era que si queríamos ver televisión en algún momento, teníamos que padecer de la misma propaganda a la que está sometido todo el mundo en Estados Unidos. Por ejemplo, 20 de mayo, en Univisión particularmente, transmitían! Felicidades a Cuba por el día de la independencia! Y había veces que los presos que escuchaban eso, se viraban y me decían: ¡Oye, Cuba, felicidades! Y yo les decía! A mí no me felicites hoy, que yo no celebro todavía! -¿Pero por qué?- Y tenía que empezar a explicarles: -¡No, a mí me felicitas el 1ro de enero! Eran situaciones propicias para darle una clase de historia, porque ellos me felicitaban de buena voluntad. Eso sucedía constantemente: ¡Felicidades Cuba! ¡Felicidades!

“El 26 de julio, por supuesto, en la gran mayoría de los canales ni mención se hacía, aunque sí hubo oportunidades que en algunos canales en inglés, sobre todo cuando había un acto masivo, se hacía referencia a la fecha y explicaban un poquito a grandes rasgos. Yo siempre me enganchaba mi banderita, que ahí la tengo porque la pude recuperar. Aunque muchas veces la tenía puesta sin celebrarse ninguna fecha, en las célebres, las fechas conmemorativas nuestras, siempre la lucía y había gente que lo notaba y me decían: ¡Oye Cuba, estás de gala hoy! -No, es que hoy es un día importante-, les explicaba. Así sucedía el 1ro de enero, el cumpleaños de Fidel, 26 de julio… las fechas nuestras… Esa era la manera de conmemorarlas porque no podía hacer otra cosa. Aunque sí estos incidentes nos dieron la oportunidad para educar a muchas personas sobre este tipo de cuestiones, porque cuando veían por el televisor: ¡Felicidades a Cuba por el día de la independencia!, todo mundo pensaba que el día de la independencia de Cuba era el 20 de mayo porque no conocen el trasfondo político de esta desinformación.

“Por mucho tiempo los 26 de julio ocurría esto, hasta que ya después, con los años, la gente que llevaba mucho tiempo con uno, sabe. Y bueno, de más está decirte que lo mismo sucedía con el caso de Los Cinco. Nosotros siempre poníamos de ejemplo el caso nuestro cuando conversábamos con los otros presos. También se daba el hecho de que te pintan a la Cuba prerrevolucionaria como el paraíso terrenal. Yo siempre les hacía esta anécdota: Aun estando en la calle, escuchaba la radio de Miami para monitorear Radio Martí. Un día, después de una llamada de esas, hay una señora que llama y dice: ¡Ay Martha, esos comunistas que entran aquí a decir que…! ¡Eso es mentira Martha! Porque yo me acuerdo que nosotros teníamos el yate, Martha, y vivíamos en Miramar y entonces bajábamos y cogíamos el yate y salíamos a pasear las tardes lindas de Cuba. Y eso de que tú caías preso y te torturaban, ¡mentira Martha!, porque si tu conocías a alguien en el gobierno, te sacaba Martha. Y yo me decía: !Qué cosa más increíble que esta mujer dice!

“Cuando ya tenían confianza contigo te preguntaban, ¿esto era así? que fusilaban gente… Tenía que explicarles lo que encontraron en las estaciones de policía cuando hallaron todos los aparatos de torturar, de sacar ojos. ¡En la mente nadie cabe que se puedan hacer ese tipo de cosas y menos a los cubanos! En la mente de un muchacho eso no es fácil, necesitas procesarlo. Y aquellas bohemias con aquellas imágenes, de jóvenes asesinados, torturado que tiraban por el laguito con un niple en el pecho y decían que eran terroristas, ¡eso a mí me marcó!

“Cuando llegas allá y te ponen las imágenes de fusilados y te hablan de los fusilados de Castro, de los fusilados el Che, te reiteran una imagen muy famosa de Blanco Rico, creo que era el jefe de la policía. Cuando lo fusilan, me acuerdo el tipo con un traje blanco, la revista bohemia decía que sus últimas palabras habían sido: ¡Bueno, ya llegaron hasta aquí muchachos… sigan pa’lante con esta revolución…! ¡Y el tipo era tronco de asesino! Entonces ellos ponen la imagen esa cuando lo fusilan, el tipo cae para la fosa, y te ponen una imagen de los fusilados de Castro, pero nunca te dicen quién era realmente ese hombre. Entonces cuando te ponían un documental de este tipo, yo le decía a los muchachos: Sí, pero lo que no han dicho es quien era realmente ese hombre. Y entonces yo me ponía a hacerle el cuento de todos los aparatos de torturas que se encontraron en las estaciones de policías.
“Después, cuando nos llegó de Cuba el libro de los artistas que tiene diferentes obras “Desde la soledad y la esperanza”, y ahí hay una parte donde salen imágenes de esas Bohemias donde se mostraban esos mismos aparatos de sacar unas de sacar los ojos, y yo les decía: ¡Miren, ese era el paraíso que querían hacer ver que Cuba era antes! Creo que eso es algo en lo que nosotros tenemos que insistir, porque ahora mismo hablo con mis sobrinos, por ejemplo, y esas imágenes no las conocen, y es algo en lo que nosotros tenemos que seguir insistiendo para que la gente sepa qué era lo que ocurría aquí en realidad. Aunque hoy está de moda ponerte los carros de los 50, la arquitectura de los 50, la música de los 50, pero no se habla de eso otro que ocurría aquí. Tenemos que estar constantemente recordándoselo a los muchachos jóvenes, porque si dejamos que ganen la batalla los que te quieren pintar aquellos años como la época dorada en Cuba, estaremos muy mal.
“Por ejemplo donde hice el preuniversitario, en la antigua 14 estación de policías, estoy seguro que muchos muchachos de los que estudian hoy ahí, no tienen claro qué pasaba ahí antes, a cuantos jóvenes torturaron ahí en el sótano donde se da educación laboral. Hay que estar constantemente haciendo hincapié en eso, porque de lo contrario es una escuela más, una edificación más, pero cada lugar tiene su historia. ¿Cuantas veces no pasamos por al lado de un tarja y nadie se detiene a mirarla, y en esa misma esquina, en ese mismo lugar, pueden haber asesinado, por ejemplo, a un estudiante a balazos y la gente pasa por ahí como si nada? Pero eso pasa porque nacimos en un país tranquilo, en un país donde este tipo de crímenes no ocurren y lo damos como algo normal que ocurrió en una época.

Nosotros estos 16 años lo pasamos con jóvenes mexicanos, salvadoreños, hondureños, jóvenes estadounidenses, oyendo sus historias. El último compañero que yo tuve con 24 años tiene dos cadenas perpetuas, y me decía: “Cuba” lo que pasa es que yo me he criado en este ambiente, mi padre tuvo que meterse en pandillas para poder mantener a mi familia, y entonces yo crecí viendo eso. Una vez llegaron unas camionetas a mi casa buscando a mi papá y él se escondió, cogieron a mi tío, se lo llevaron, y al otro día cuando amaneció estaba muerto; y eso dividió a mi familia para siempre, porque mi abuela nunca perdonó a mi papá porque dice que por su culpa mataron a mi tío. Pero es así- me dijo- en esa ciudad tus sales con tu novia, tienes que hacerlo con tremendo cuidado, porque pasas por el lugar equivocado y viene alguien y te dice: esa muchacha me gusta, y te la arrebata de las manos y nunca más la vez.

“Recuerdo que la primera vez que me hizo esta historia, yo de ingenuo le pregunté: ¿pero ustedes no pueden denunciar a esa gente con la policía? Y él, después de reírse por mi pregunta, me contestó: la policía trabaja para ellos.

“Eso es un caso de un país latinoamericano, pero en Estados Unidos es igual. Mi prisión, era la prisión de máxima seguridad más cercana a Los Ángeles. La crema innata de la pandilla de Los Ángeles iba para ahí, y eran los compañeros de cuarto de uno, y las historias son… Ellos decían están los pandilleros de la avenida 37, la ganga de la 37, la 41, los locos de no sé dónde… Si cruzas para un lado de esos, y no eres de esa zona, te caen a tiro.

“Desde que nacen es en ese ambiente. Ellos me decían: Mira “Cuba”- porque a veces yo me ponía a conversar con ellos y me preguntaba qué factores llevaban a un muchacho de 24 años a una prisión de máxima seguridad cumpliendo dos cadenas perpetuas- Me decían, mira el problema es que cuando entras a la primaria aquí, tienes dos opciones, o eres pandillero o eres abuzado por las pandillas, y entonces es preferible ser pandillero antes de ser abuzado. Y después que te metes en ese mundo, un día te ponen una pistola en la mano y te dicen hay que matar a aquel que esta allá, y tienes que ir a hacerlo porque si no, te los dan a ti.

“Nosotros cuando hablamos de los logros de la Revolución, internacionalmente se reconoce la salud, la educación, pero a veces se habla poco de la tranquilidad ciudadana, la seguridad que tenemos nosotros aquí, que un muchacho puede estar jugando hasta de madrugada en la esquina de su casa que no le pasa nada, y cualquier turista se puede meter en el barrio más malo que haya, que lo más que le puede pasar es que le arrebaten una cadena o le saquen una cuchilla y le digan dame el dinero, eso en el peor de los casos, pero en cualquier país de esos, en pleno día una bala perdida puede matar a cualquiera. ¡Cuántos casos de ese tipo no se han dado!

“Nosotros en la prisión teníamos un micro-mundo. Tú entrabas al comedor y las mesas de los afroamericanos estaban a un lado, las de ciertos hispanos para otro, y cuidado con equivocarte y sentarte en una mesa que no es la que te corresponde, porque te podías buscar un problema. En el patio también era así, y eso es un reflejo de la misma sociedad: el barrio de los negros, el barrio de los blancos…

“Tenemos el tremendísimo privilegio, con todos los problemas que tengamos, de que nuestra sociedad no padece todavía de esos males, y ojalá que no los padezca nunca; y tenemos que hacer lo que sea necesario para que eso nunca llegue aquí. Pero también tenemos que educar a los jóvenes, que ellos sepan que gozamos de ese privilegio, porque ellos nacieron con eso y la mayoría no conoce lo otro, y lo dan por sentado, y creen que así es en todo el mundo, y no lo valoran, por eso es que hay que estar educando constantemente.

“En ese sentido la prisión fue para nosotros una tremenda escuela también, porque como decía, vivíamos en un micro-mundo ahí adentro, y conocimos problemas de muchísimos lugares del mundo, que desgraciadamente son comunes en muchos países.

“Somos víctima de los grandes medios y la gran maquinaria de publicidad que tiene el imperio para resaltar lo que les conviene resaltar, la bobería, la banalidad… Y es un bombardeo constante las 24 horas, y desgraciadamente hay gente que se piensa que eso es todo, que el capitalismo es una casa con piscina, dos carros; y Haití no es capitalismo, y Centroamérica eso no es capitalismo, y los barrios pobres de Estados Unidos, eso no es capitalismo. ¡Capitalismo es lo que les convine a ellos enseñar!

“La batalla ideológica es una gran batalla que tenemos que hacer con los jóvenes. Tenemos que librar esa batalla, si lo hemos hecho en otras cosas, cómo no lo vamos a lograr en el plano ideológico que es súper, importante mucho más ahora, porque la parte buena es que posiblemente se nos llene esto de turistas, pero la parte mala es que también se nos llene de publicistas de lo que es aquello allá, o de lo que quieren enseñar que es aquello.

“Esta fecha conmemorativa para nuestro pueblo marca nuestra contienda victoriosa que culminó con el tremendo triunfo de 1959. Estamos viviendo la experiencia de que a dónde quiera que vamos, caminamos por nuestras calles, vamos a nuestros centros de educación y hay algo que se vuelve habitual, y es que nuestros compatriotas nos dicen: gracias a los Cinco, gracias por lo que hicieron por Cuba, pero nosotros también estamos conscientes de que tenemos que agradecer. Pienso que detrás de esta victoria hay muchas heroínas y muchos héroes anónimos que no tienen horario de trabajo: mañana, tarde, noche, madrugada muchas veces, o muchas horas de desvelo; y que aportaron sus esfuerzos para que hoy los Cinco puedan estar disfrutando aquí junto a nuestro pueblo y viviendo estos momentos de felicidad.”

martes, 3 de febrero de 2015

4-F: El amanecer de la esperanza...





A 23 años del 4-F, el ejemplo y la figura del Comandante Invicto, Hugo Rafael Chávez Frías, continúa imperecedera, crece y se agiganta.

El 4-F de 1992 fue la fecha elegida por un puñado de oficiales de la FAV para comenzar con la Restauración de una República Democrática en Venezuela.

Formados en las enseñanzas y ejemplos de Simón Bolívar, Ezequiel Zamora, Simón Rodríguez y otros próceres de las luchas seculares por la Independencia Nuestroamericana, los agrupados en el MBR-200 no dudaron ¡ni un tantico así! en que por el pueblo y la Patria se debe dar todo. Muchos fueron los que cayeron ese dia, y luego en noviembre de ese mismo año.

La Venezuela neoliberal había sido sacudida 3 años antes por lo que se dio en llamar “el Caracazo”. Cientos de miles de personas abrumados por el hambre y lo más elemental para vivir bajaron de los cerros, de los ranchitos que rodean Caracas para cobrarse lo que el gobierno del corrupto Carlos Andrés Pérez les había quitado o negado.

Más de 3 mil muertos quedaron en las cunetas de la impunidad de una de las Democracias que eran ejemplo a seguir en América Latina.

Al desmantelamiento de la Patria respondió entonces lo mejor de las tradiciones Patrióticas y militares de Nuestra América, que sin saberlo las dirigencias políticas ni los movimientos de liberación de aquellos años se encontraba organizado y esperando en momento oportuno en el seno del mismo Ejército Venezolano.

Allí brilla y despunta por sobre todos los Comandantes un zambo llanero que llevaba con orgullo en su sangre los genes de los Vencedores. Hugo Chávez Frías es el hombre. El que asume frente al país la responsabilidad histórica de la Rebelión Patriótica del 4-F y deja a toda la clase política venezolana reducida a la nada.

Neoliberalismo avasallador y pérdida de todas las conquistas del pueblo. Bipartidismo entre adecos y copeyanos. Ausencia de alternativas que ofrecer a las mayorías por parte de la izquierda institucionalizada y la extraparlamentaria. Sólo una pequeña parte trabaja y actúa junto al MBR-200.
Esa era la Venezuela del Caracazo y otra fue la que surgió después del 4-F.

Esos hombres habían hecho un juramento como hacen los hombres y mujeres predestinados a hacer grandes cosas, a cambiar la historia:


Juro por el Dios de mis padres,
Juro por mi Patria,
Juro por mi honor,
que no daré tranquilidad a mi alma,
ni descanso a mi brazo,
hasta no ver rotas las cadenas
que oprimen a mi pueblo
por voluntad de los poderosos.
Elección popular,
tierras y hombres libres,
horror a la Oligarquía.


Nosotras y nosotros, desde Barcelona, Catalunya, Estado español, recordamos al Comandante Eterno y la gesta heroica del 4-F, e intentaremos seguir su ejemplo, ¡Hasta la Victoria Siempre!

El Vallès, Catalunya.
Brigada Vallesana Simón Bolívar
03/02/15










Fidel es un fuera de serie: Detalles de un encuentro con el Presidente de la FEU de la UH

fidel castro randy presidente feu12347

Randy Perdomo y Fidel, el pasado 23 de enero.

Por Randy Perdomo García, presidente de la FEU de la Universidad de La Habana.  
Fotos: Cortesía del autor

Todo comenzó con su llamada a la Oficina de la FEU de la Universidad de La Habana el día 22 de enero, a las 9 y 20 de la noche. Aunque la precedió un anuncio del momento que me esperaba, la voz, tantas veces escuchada de lejos, fue impactante al sentirla cercana.

—Randy, ¿cómo estás?

—Comandante, bien. No puedo creer que voy a conversar con usted.
Él se ríe y agradece “el mensaje que me hiciste llegar. Lo he leído varias veces”.
Se refiere a nuestro proyecto de celebrar los 70 años de su ingreso a la Universidad con una jornada de amor y compromiso. Se le nota entusiasmado cuando anuncia sorpresa y me invita a una conversación personal al día siguiente.

Pero esa misma noche hablaremos más: alrededor de 50 minutos. Suena tan inmediato, como si los dos estuviésemos sentados en el Salón de los Mártires que recordó varias veces como sitio de reuniones de su época en la FEU.

—¡Ya son 70 años de mi ingreso a la Universidad, que se cumplen el 4 de septiembre!, me dice.
Conversamos con alegría, como dos compañeros de clase: él, con su sencillez impresionante, tratando de que me sintiera en igualdad de condiciones. Yo, por mi parte, sin poder explicarme totalmente la suerte extraordinaria que me hacía vivir ese instante único. También inquieto y preocupado al pensar en responder al “bombardeo” de interrogantes al que siempre tiene acostumbrados a sus interlocutores este conversador audaz.

Quiso saber de las facultades de la Universidad y de la Casa Estudiantil, qué había sido antes de convertirse en Casa de la FEU, a quién perteneció, en qué año ocurrió el cambio. Yo trataba de responderlo todo, consciente de que nunca estamos completamente preparados como para tener todas las respuestas que exige un diálogo de esta índole. No era una prueba y a la vez lo era. Necesitaba transmitir mucho en nombre de la juventud universitaria, y esa presión estaba ahí, aunque el espíritu de la conversación casi me hacía olvidarlo todo.

Se interesa por la ubicación actual de todas las carreras en la Universidad y al hablar sobre la Facultad de Física, antigua de Arquitectura, habla emocionado de José Antonio Echeverría. Le explico que Física se encuentra ahora en el Edificio Varona, y me interrumpe: —¡El edificio de Pedagogía!, dice y ahí mismo comienza a indagar sobre las aulas.

Justo cuando ya me ponía nuevamente a sudar, por el temor a no tener todas las respuestas, lanza la interrogante que menos me esperaba: —Ven acá Randy, ¿qué cantidad de sillas tiene un aula en esta Facultad de Física?. Y yo sin palabras, por supuesto. Impresionado por esa curiosidad infinita y su necesidad y ansias por saber al dedillo cómo funciona el mundo.

Le explico que comparten el edificio estudiantes de distintas nacionalidades que aprenden español en Cuba: chinos, norteamericanos, vietnamitas. Entonces apunta: “¡No me digas!, ¿también chinos?”. Y me recuerda con detalles los programas de ese convenio con la República Popular China.

“¿Y cómo se organiza el Consejo Universitario del Edificio Varona al tener la carrera de Física y los estudios para aprender español?”, insiste. Le comento que es provisional, hasta la terminación del edificio de Física. Entonces el Varona será centro de convenciones de la Colina universitaria.

Por fin logro comentarle de las actividades de la jornada que preparamos los universitarios para conmemorar el aniversario 70 de su ingreso a la casa de altos estudios. Le adelanto también nuestra idea de ascender el Turquino.

—Especial, Randy, prepárense. Te contaré anécdotas, cuando nos veamos, de la experiencia nuestra en la Sierra.

No quiero guardarme ningún detalle y le comento también que visitaremos su casa natal. Responde con un silencio largo, que rompe para indagar cómo van mis estudios de Filosofía, en qué año estoy de la carrera, qué piensa mi familia de lo que hago.

Después quiere conocer cómo se organiza la FEU en la Universidad. Le describo el apoyo del Rector y de la Universidad en el mejoramiento de las condiciones de vida y de la infraestructura, de las residencias estudiantiles, de las facultades y del perfeccionamiento del Estadio Universitario, conocido por los de la UH como el SEDER.

Con una precisión que asombra, detalla cada lugar en ese estadio universitario, cuando le digo de todos los preparativos para los Juegos Caribe. Se nota que conoce la Colina como la palma de su mano. Podría decirse que sabe ubicar cada adoquín de la casa de altos estudios.

También se interesa por el Aula Magna, por la organización de la actividad por el 162 natalicio de José Martí, el concierto del maestro Frank Fernández y el lanzamiento de la convocatoria por los 70 de su ingreso a la Universidad.

En la despedida “¡un abrazo! y mañana nos vemos”. Y me quedo casi hipnotizado. Aún no ha acabado mi sueño de hacerse realidad.

Fidel no está al teléfono

 

Viernes 23 de enero. Casi es hora de empezar el encuentro mensual del Consejo de la FEU de la Universidad de La Habana, en el Salón de los Mártires de la Colina universitaria. Me excuso por no poder estar presente. Aseguro que en próximos días la Universidad de La Habana será escenario de una noticia de alegría para todo nuestro pueblo y de trascendencia mundial.

Me despido de Henry, el secretario de la UJC en la Universidad, que años antes tuvo también el honor de conversar con el Comandante.

Son muy puntuales en la recogida quienes me pondrán frente a Fidel. Choferes muy amables que saben reconocer mis nervios y los calman, evidentemente solidarizados con mi tensión ante la perspectiva de mi primer encuentro personal con Fidel. Conversan sobre nuestras respectivas provincias: ellos son de Santiago de Cuba y yo de Matanzas.

Al poco rato, se detiene el carro y me sueltan las palabras que he esperado con desespero y contención. “Ya estás en la casa del Comandante”. Y salgo dispuesto a vivir el que seguramente se convertirá en uno de mis instantes más trascendentales. Y resulta que no será un instante. Porque hablaré con Fidel durante más de tres horas.

En la puerta del jardín espera Dalia, su esposa. Le entrego una flor que recibe con agradecimiento especial y me acompaña hasta una puerta de cristales, unos pocos metros más adelante. Detrás, espera el Comandante.

—¡Randy —saluda jovial— a ver qué tanto te pareces a Echeverría…!

Comienza la conversación de esta tarde con Fidel. Y ya no está al teléfono, sino a unos pocos metros, como si fuera mi habitual compañero de charlas. Combato con mi emoción para poder guardar cada hecho con precisión.

Me enseña la compilación de sus Reflexiones, y hace referencia a algunas de ellas, leyendo ideas o páginas enteras. Me cuenta que es una colección de la que se editaron 500 ejemplares, que se acompaña de un catálogo con dibujos de Rancaño.

Transcurre el tiempo mientras repasamos muchos temas. Trato de llevarme todos los detalles de su grandeza, no le quito los ojos de encima. Él, como convocándome siempre al conocimiento, lleva las riendas de la conversación. No dejo de pensar en cómo las circunstancias de la Sierra —de la guerra— y los actuales desafíos pueden moldear tan especialmente a un hombre.

Me comenta de la astronomía, de los observatorios en el mundo. Insiste en la necesidad del desarrollo de las ciencias como la única forma de que la inteligencia predomine, de la relación de esas materias con la economía y la calidad de la formación de estos profesionales en las universidades.

También habla muy entusiasmado de la donación al Zoológico Nacional de Cuba, de las especies animales de Namibia, y su interés en la novedosa práctica del traslado.

Persiste en su llamado de atención a la producción de alimentos para los seres humanos y animales, y muestra fotografías del sembrado de las plantas con las que experimenta. Me revela varias semillas, hablando del costo y su importancia; de la situación del combustible.

Sobre la mesa de trabajo, decenas de cables de prensa recopilados en una carpeta. Veo de cerca y compruebo su legendario interés por estar informado de todo, lo mismo del acontecer nacional que internacional.

Se detiene en particular en la lectura de cables recientes con una infografía de la cadena Rusia Today sobre qué nación contribuyó más a la derrota de Alemania en 1945. Durante años, la mayoría de los europeos reconocían a la URSS. Más recientemente los datos se han invertido y se le da la prominencia a Estados Unidos.

Pero también hablamos de él, de sus ejercicios físicos diarios, de la alimentación correcta. Sigo sin creerme que estoy al lado del hombre que más ha hecho por el logro de relaciones de justicia entre los hombres, y descubría la maravilla de atisbar, desde la rememoración del pasado, qué es el futuro.

Aún tiene bien grabado que soy de Matanzas. No iba a dejarlo pasar tan fácil. Entonces me pide que le cuente cómo funciona la práctica de deportes en mi ciudad. Sin darme demasiado tiempo a pensar me inquiere sobre las perspectivas del equipo de pelota de Matanzas con la conducción de Víctor Mesa, y de la alegría y emotividad que le impregna a la Serie Nacional. Luego se refiere a otros equipos presentes en esta Serie, y al desafío de ser matancero y estar en la capital, tan defensora de su equipo Industriales. Reímos los dos. Y yo admiro ese amor por el deporte que siempre ha dejado ver.

Después habla de las revoluciones que vienen contra la filosofía dominante, y me comenta que no se puede dejar de creer en ellas, pues cada revolución termina por renacer. En un momento especial, se refiere a Venezuela y habla con gran emoción de Chávez y de Maduro.

También comenta sobre Nicaragua y el empeño de Daniel Ortega y su esposa en el desarrollo de esa pequeña nación.

Volviendo al tema de nuestra Universidad, le muestro un catálogo y recorremos en su mapa todos los sitios que recordaba: la cafetería de la Facultad de Derecho —me cuenta algunos detalles de su construcción y ubicación—, otros sitios significativos para él, y me pide que le cuente de las Facultades de la Colina y las que actualmente están fuera de ella. Recuerda los tiempos desafiantes de su formación y sus históricos encuentros con los estudiantes universitarios luego del triunfo revolucionario.

Al mostrarle una serie de diseños dedicados a él, me pregunta quién los hace. Le respondo que un estudiante que también se llama Randy, de apellido Pereira y que estudia en cuarto año de Comunicación. Entonces se interesa por saber dónde imprimimos los carteles y los pulóveres, pues yo llevaba uno con el símbolo de los Juegos Caribe.

No me voy sin dejarle de recuerdo una foto de Henry, actual secretario de la UJC de la Universidad, e Indira, quien trabaja en la Dirección de Extensión Universitaria, los dos jóvenes que le entregaron en el 2010 la fotografía suya que dice: “Aquí me hice revolucionario…”. Leo la convocatoria a la Jornada por los 70 años de su ingreso a la Universidad, y le comento sobre los invitados que habrá y el modo en el que hemos concebido la actividad.

También repasamos con interés un ejemplar del periódico Resumen Latinoamericano, dedicado a los Cinco. Emocionado, recorre los rostros de René, Fernando, Tony, Gerardo y Ramón, y se detiene en las características más significativas de cada uno de los Héroes.

Ya casi parece que me iré. Pero retoma la conversación sobre las nuevas formas de contrarrestar algunas enfermedades, entre ellas, la diabetes, con la producción de algunos alimentos naturales; de la relación de Cuba con África, desde la contribución a la independencia con sus países, el fin del apartheid y de la actual contribución de médicos cubanos a la lucha contra el Ébola. Y agradezco por dentro que este momento aún no se me acabe.

Finalmente me muestra algunas páginas de temas que estudia en este momento. Entre ellos, uno sobre el Banco Central de Cuba con costos de los alimentos, metales básicos y preciosos, del azúcar, energía, tasa de interés.

No me deja ir sin que le ponga en el televisor un disco que le llevé como regalo, con las imágenes del recibimiento de los estudiantes de la Universidad a los del Crucero Semestre en el Mar, que visitaron el país en el mes de diciembre.

Se interesa por cómo nos fue con nuestros colegas norteamericanos, indaga en el programa de actividades. Al visualizar las imágenes… no sé por qué veo un Fidel diferente, mucho más cercano de lo que pensaba. La imagen de unos estudiantes norteamericanos sin pulóveres que tenían escrito CUBA en el pecho, lo traen a su momento más alegre y entusiasta.

Llega el instante de irme. Nos despedimos al estilo tradicional primero. Pero luego quiere conocer un modo más actual. Le enseño entonces aquel que ensayamos muchas veces con nuestros socios, más juvenil y diferente. Es tanta su insistencia que termina aprendiéndolo. Y lo practica varias veces antes de que finalmente nos digamos hasta luego.

Camino nuevamente por mis calles y pienso en lo que he vivido. Me llevo con intensidad el Fidel lleno de vida que conversó conmigo animada e inteligentemente. Con la sencillez que imaginaba, pero con esa capacidad infinita de sorprender.

Pienso en un escritor y encuentro una frase para que resuma lo que siento. Si la verdadera grandeza del hombre solo la puede alcanzar en el Reino de este mundo, no puedo menos que verla en él, que ha trascendido el escalón más alto de la especie humana para transformarse en leyenda.

Varios días después, aún la emoción me humedece los ojos. Sigo viéndolo frente a mí, tan vivo, con tanta energía y claridad, burlándose con esa vitalidad de quienes han pretendido hacer creer que ya no está. Aún puedo pensarlo, mesándose la barba, analizando quién sabe cuántas cosas.

No ha dejado de ser estudiante universitario. En un ambiente familiar y cordial, con su mirada más allá de las apariencias, me acercó a su infinito caudal de inteligencia. Y yo casi me asusto de ver lo mucho que me queda por estudiar y aprender. Le agradezco entonces el revelarme esa verdad y proveerme de una guía para entender cómo conducirme por lo inexplorado con curiosidad y tino.

Haber ocupado parte de su tiempo es el honor más grande que he recibido. Por nuestra FEU y nuestra Universidad de La Habana viví esta excepcional oportunidad. Fueron varias noches sin dormir de la alegría, de los impacientes deseos de volver a conversar con él…

Implícito en todo, más allá de lo que pueda decir, va la enseñanza de la humildad, de la confianza en nosotros, en el futuro de la Patria. La certeza de que este encuentro es la continuidad de más deberes, de más compromisos.

Fidel sigue en una marcha constante al compás de nuestro tiempo, como símbolo imperecedero, como eterno joven universitario. No puedo plasmar todo en palabras, pues aún llego a creer que es un sueño. La esencia de los milagros es inapresable por más que lo intentemos. Fidel es un fuera de serie.